martes, 3 de marzo de 2015

Falla respiratoria explicaría brecha étnica en cirugía cardíaca

NUEVA YORK (Reuters Health) 



Los médicos se muestran cautelosos a la hora de recomendar la colocación de stents o la realización de bypass coronarios a los pacientes cardíacos que además presentan dificultades para respirar, informaron investigadores.

Esto explicaría por qué los negros con enfermedad coronaria suelen someterse menos que los blancos a procedimientos de desbloqueo arterial, ya que las personas de raza negra son más propensas a padecer inconvenientes relacionados con la falta de aire.

Para verificar si los síntomas y el tratamiento variaban entre los blancos y los negros, el equipo de la doctora Marilyn Hravnak, de la University of Pittsburgh entrevistó a médicos y pacientes con enfermedad coronaria de dos hospitales de Pittsburgh.


De los pacientes, 116 eran negros y 1.080, blancos.


Los blancos solían tener enfermedad más severa que los negros, con más episodios de bloqueos múltiples, mientras que los negros eran más proclives que los pacientes de raza blanca a informar problemas para respirar (el 87 frente al 72 por ciento), dijo el equipo en American Journal of Public Health.


Incluso entre los pacientes con enfermedad cardíaca de similar gravedad, los negros seguían viéndose más afectados por la falta de aire que los blancos. Los otros síntomas cardíacos no eran más comunes en una raza que en la otra.

Por lo tanto, los blancos eran más propensos que los negros a que se les recomendaran procedimientos de revascularización (por ejemplo, la apertura de un bloqueo arterial) como el bypass coronario o la colocación de stents (un 39 frente a un 25 por ciento).

Cuando los investigadores observaron todos los factores que podían intervenir, "la dificultad para respirar siguió siendo un vaticinador negativo para la recomendación de revascularizar".


Hravnak y sus colegas especularon que los médicos considerarían que los pacientes con falta de aire tendrían otras condiciones que incrementarían la peligrosidad de los procedimientos de revascularización.


FUENTE: American Journal of Public Health, online 31 de julio del 2007 votar

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