sábado, 14 de marzo de 2015

Por qué los atletas de raza negra no son buenos nadadores?


El dominio de la raza negra en las carreras, tanto en velocidad (americanos) como fondo (africanos) es abrumador. Sin embargo, los campeones negros de natación pueden contarse con los dedos de una mano. ¿Cómo se explica este contraste? Con el ombligo, dicen los científicos. Más concretamente, con la ubicación de éste en relación al resto del cuerpo, en tanto en el ombligo reside el centro de gravedad del cuerpo. 

Según concluye un estudio publicado en el Journal de Ecodynamics lo que marcará la diferencia entre dos atletas o nadadores, uno blanco y otro negro, de la misma altura será la posición de su centro de gravedad. Sucede que “la arquitectura del cuerpo humano de los corredores originarios del África occidental tienen el centro de gravedad significativamente más alto que los corredores de origen europeo”, dice Andre Bejan, profesor de la Universidad de Duke e impulsor del estudio. Ese centro de gravedad más elevado pone a los africanos en una posición de ventaja a la hora de esprintar.
 
Según las mediciones del equipo de estudiosos los atletas de origen africano (incluyendo antillanos y negros de Norteamérica) tienen las piernas más largas que sus rivales euroasiáticos, lo que sitúa su ombligo, de media, 3 centímetros más arriba que éstos. El resultado es que los atletas negros tienen una “altura escondida” de un 3% superior a los blancos, en palabras de Bejan, lo que confiere una sensible ventaja en el sprint. Según el investigador, “la locomoción es en esencia un proceso continuo de caída hacia delante, y la masa que cae de una altitud superior cae más rápido”. 

Las pruebas de la supremacía negra son aplastantes: mientras Usain Bolt amenaza con llevar el récord de los 100 metros a los 9,5 segundos, el francés Chirtophe Lemaitre se convirtió el pasado 8 de julio en el primer atleta blanco en bajar de los 10 segundos: 9,98. 

Sin embargo, a la hora de lanzarse a la pileta las tornas se invierten: los grandes torsos de los blancos se convierten aquí en una gran ventaja a la hora de deslizarse por el agua. Aquí, el ombligo bajo se convierte en una ventaja. De nuevo en palabras de Bejan, “nadar consiste en el arte de surfear la ola creada por el propio nadador. El nadador que hace la ola más grande es el que nada más rápido, y con un torso superior la ola que generas es más grande. Los europeos tienen un torso un 3% superior a los originarios del África occidental, lo que les confiere un 1,5% de velocidad extra en la piscina”. 


Los asiáticos, por su parte, comparten la estructura de torso con los europeos (inclúyase aquí a sus descendientes: los americanos blancos) pero suelen perder respecto a los caucásicos porque éstos son más altos, lo que también supone una gran ventaja.
 

¿Acaso no hay deportistas negros que sean resistentes?
Los grandes maratonianos son precisamente negros, es decir, que deben tener abundancia de fibras musculares blancas y no rojas. Luego no debe ser ésta la explicación, al menos la única.


Una cuestión de esqueleto: densidad ósea


Es la segunda hipótesis diferenciadora, que se trate de una cuestión de densidad ósea

Existe total consenso en el hecho de que los negros, en general, tienen un esqueleto más denso que los blancos, también en general. Lo que les hace tener una densidad corporal más próxima a la del agua y eso tiene su precio si nos sumergimos en ella.

Se trata de una diferencia de valor que haría que sus condiciones de flotabilidad fueran peores, lo que implicaría un consumo extra de energía por su parte para mantenerse a flote y que iría en detrimento de su rapidez nadadora


Vamos, por decirlo de forma breve, los negros “pesan” más en el agua que los blancos, por lo que flotan menos y por eso no pueden nadar tan rápido como ellos. Una explicación fundamentada en el Principio de Arquímedes que, no obstante, tiene también su fisura lógica-argumentativa.

Basta con fijarse, para darnos cuenta que, dentro de lo que llamamos raza negra existen muchas e importantes diferencias anatómicas que lo desmontan. No. No parece que vaya por ahí la respuesta a la pregunta inicial: ¿Por qué los negros son malos nadadores?

¿Es la culpa del ombligo?

Es la tercera y ombliguera apuesta explicativa de los científicos. En realidad, y más en concreto, con la ubicación de éste en relación al resto del cuerpo.


No olvidemos que, desde el punto de vista físico, es en el ombligo donde reside el centro de gravedad del cuerpo humano.

Un concepto mecánico, el del centro de gravedad, que resulta fundamental a la hora de explicar la forma en la que se desplaza el ser humano, sea andando, corriendo, saltando o nadando.

Y un estudio científico de principios de siglo afirma que, las diferencias en la posición del centro de gravedad de cada raza, influyen en su rendimiento deportivo.



De ahí, por ejemplo, que los negros sean mejores velocistas o fondistas que nadadores. Mientras que los blancos sean mejores nadadores que corredores.

Publicado en la revista Internacional Journal of Design and Nature and Ecodynamics, un equipo de científicos, entre los que se cuentan Adrian Bejan y Edward Jones, investigadores de la Pratt School de la escuela de ingeniería de la Universidad de Duke, cree tener la respuesta.

La explicación de porqué cada una de las razas es mejor en distintas disciplinas radica, nada menos que, en el ombligo. En el centro de gravedad del cuerpo, que en el caso de los atletas negros está más alto que el de los blancos. 


Según concluye este estudio, lo que marcará la diferencia entre dos atletas o nadadores de la misma altura, uno blanco y otro negro, será la posición de su centro de gravedad.


Conforme más alto esté, más rápido será si es un corredor, y más lento si es un nadador

Y como el estudio determina que los negros lo tienen más alto, ellos corren más pero nadan menos. Una cuestión de ombligo, ya se lo dije.

Explicación científica de la influencia del centro de gravedad


Es necesario para ello utilizar un argumento de triple naturaleza: anatómica, fisiológica y mecánica.

De un lado, los investigadores estiman que, en promedio, los negros tienen el centro de gravedad alrededor de un tres por ciento (3%) más alto que los blancos.

Una diferencia anatómica que, unida al hecho fisiológico de que la locomoción –andar o correr- no es en esencia más que un proceso continuo de caída hacia adelante, conforme elevamos y adelantamos los pies.

Y sumados ambos al mecánico Principio de conservación de la energía (PCE) -según el cual, en ausencia de fuerzas exteriores, el cuerpo que caiga desde mayor altura será el más rápido-, entre los tres nos completan la explicación.


Dado que la altura de un cuerpo en cada momento, desde el punto de vista mecánico, viene fijado por la ubicación del centro de gravedad y que éste está más alto en los negros, resulta evidente que los negros serán más rápido.

Gozan de una sensible ventaja tanto los velocistas como los maratonianos.

Se estima que un atleta de esta raza puede llegar a correr hasta un 1,5% más rápido que un blanco.


¿Y en los nadadores negros, cómo se explica que sean más lentos?


Aunque pueda parecer una paradoja, la explicación está basada en la misma triple naturaleza anatómica, fisiológica y mecánica de antes, solo que argumentando, ahora, en sentido inverso. 

En una piscina las tornas se invierten, y tener el ombligo bajo se convierte en toda una ventaja, a la hora de deslizarse por el agua.

Al tener el ombligo más bajo sus torsos resultan mayores, comparativamente, mayores. Lo que posibilita que el cuerpo, al caer hacia adelante en el acto de nadar, llegue más lejos y la ola que provoca sea más grande y más rápida, por lo que el nadador se desplazará más rápidamente sobre ella.

Para comprender esto leamos lo que dice Bejan, uno de los investigadores:


“nadar consiste en el arte de surfear la ola creada por el propio nadador. El nadador que haga la ola más grande será el que nade más rápido y ése, a igualdad de otros factores, será el que tenga un torso mayor”.



Y recordar que los blancos tienen un torso, aproximadamente un tres por ciento (3%) superior a los negros originarios del África occidental, lo que les confiere un 1,5% de velocidad extra en la piscina.

Por eso los blancos tienen ventaja sobre los negros a la hora de nadar.

Les hablaba al comienzo de esta serie de la existencia de varias explicaciones -racial y física- para la manifiesta inferioridad natatoria negra, pero les decía entre otras, ¿es que existe alguna más?

Explicación socio-cultural

Pues sí, una que podríamos clasificar como de naturaleza sociocultural.



Lo de social apunta en la dirección de la razón o razones por las que una persona se dedica al deporte de alta competición, a saber: ocio, diversión, forma de ganarse la vida, etcétera.

Y no parece que la natación se encuentre entre los deportes cuya práctica reporte más dinero. Sin duda alguna, puestos a escoger, no escasean aquellos en los que se puede ganar mucho más.

Si esto lo unimos al hecho de que, biológicamente, la naturaleza no ha dotado de forma especial a los negros para nadar, pues tenemos que se juntan el hambre con las ganas de comer.

Resultado: La natación no es un vehículo social rentable en el que desplazarse por la vida.


Por eso, apenas, se ven nadadores negros

Pero tengo para mí que, también, es una cuestión cultural. El día que a los negros, me refiero a los negros africanos, les dé por entrar en masa en deportes como la natación o el ciclismo, entonces, entonces te digo que la historia habrá que contarla de otra forma.

Es seguro que, en cuanto se pongan, serán tanto o más buenos que los blancos. No me extrañará lo más mínimo.


Ya ha pasado con el futbol.


(Source: taringa.net; enroquedeciencia.blogspot.com.es) votar

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