sábado, 1 de agosto de 2015

¿Venezolanito de pura cepa?

Según estudios genéticos la mayoría de los venezolanos son tan mezclados como algunos de sus platos típicos -la hallaca navideña o el cruzao-. El origen mixto de los ingredientes que hace tan deliciosa a nuestra comida, podría ser similar al que genéticamente hace a las mujeres de esta tierra, tan bonitas, exóticas y bienvenidas en las pasarelas internacionales.


La hoja de plátano que es usada por los africanos y los indios, la harina de maíz, el onoto como colorante y la gran variedad de carnes y condimentos traídos de diferentes puntos de la geografía mundial, dicen mucho del sabor de nuestra hallaca. Lo mismo sucede con el famoso hervido "cruzao" y también se puede especular algo similar con la genética de los Venezolanos.

Puede que los habitantes de este país luzcan algunos como indígenas, morenos, blancos, negritos o cualquiera de las otras clasificaciones populares, pero es muy probable que en la información genética lleven el mestizo o el "café con leche," como coloquialmente se le dice en Venezuela a las personas resultado del cruzamiento.

Desde 1969 el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, a través del Laboratorio de Genética Humana del Centro de Medicina Experimental, estudia estos temas para desarrollar el conocimiento e identificar variables tanto normales como patológicas en los genes del venezolano. Este Laboratorio creó y mantiene bases de datos sobre el diagnóstico de las enfermedades hereditarias identificadas, la distribución de genes normales y anormales en el país.

Los estudios mencionados y otros trabajos aportan información sobre riesgos según el origen geográfico y la probabilidad de ser portador de combinaciones de genes anormales. El conocimiento que maneja el IVIC es indispensable para evaluar las posibilidades de maternidad, paternidad, o individualidad en pruebas de procedencia biológica. También, entre muchos otros servicios y aportes, ofrece datos sobre distribución de apellidos por parroquia que permiten inferir el origen geográfico de los portadores de apellidos poco frecuentes.

Dinorah Castro de Guerra es una antropóloga especializada en estos temas y sus estudios de cuarto nivel son en Genética Humana, por ello ha trabajado durante muchos años caracterizando genéticamente las poblaciones de Venezuela. En un principio profundizó en el origen africano de aquellos descendientes de los antiguos esclavos. Posteriormente estuvo indagando, con excelentes resultados, en poblaciones de origen europeo y más recientemente ha estado en contacto con nuestros indígenas. La doctora posee un amplio espectro sobre la materia e intenta determinar el origen genético de muchas de nuestras poblaciones en Europa y en África.

Entre sus resultados ha dejado saber que la mayoría de los genes europeos que portan los venezolanos vienen por línea masculina, es decir que a través de los hombres ha penetrado esa información, por lo que también estima que lo que se ha conservado de indígena y africano se mantiene principalmente por medio de la línea materna.

Para la investigadora resulta curioso que hasta ahora, por lo menos en las poblaciones no autóctonas que ella ha estudiado, no ha detectado presencia indígena a través de la línea masculina, "pareciera que hubo un avasallamiento de tipo numérico que estimuló mucho más el mestizaje o el cruce de europeo y en pequeñas proporciones africanos, con las mujeres del país que estaban disponibles," aseguró.

Muchos de los alcances de Castro tienen una orientación antropológica con información de tipo histórica, desde luego, bajo la interpretación genética y cultural, lo cual es uno de sus fuertes. La investigadora maneja datos sobre la formación de las poblaciones, las pautas culturales y cómo eso ha influido en las uniones, el aislamiento de grupos, las uniones consanguíneas, la concentración de apellidos y sus ubicaciones geográficas, entre otros.

El mestizaje del venezolano

  
En lenguaje corriente valdría decir que la genética de un venezolano es todo un "arroz con mango," pues es sabido que el mestizaje de los locales es el resultado del cruce entre los españoles, los indígenas y los negros, ninguno de los cuales venía sin mezcla previa; por ejemplo, los españoles procedían de indoeuropeos, semitas y camitas. Por su parte los primeros pobladores americanos eran producto, en términos generales, del cruzamiento de grupos del sureste asiático y mongoloides. Si se evalúa todo ese proceso se evidencia la falsedad sobre aquello de la "pureza de las razas", pues no sólo América contiene en sangre cruces de grupos diferentes.

La investigadora dejó claro que no existen cosas tales como razas superiores e inferiores y también aseguró que, de una forma o de otra, las poblaciones siempre se han mezclado con otros grupos y que ello forma parte del proceso de evolución y de adaptación del hombre con su medio; sus investigaciones y la historia universal refuerzan lo que asegura la científica.

Castro comenta que "no se debe hablar de lo bueno y lo malo que traemos de nuestro mestizaje, sino del adecuado proceso de adaptación al medio ambiente," y como reflejo de eso comentó que en los indígenas americanos muchas de las enfermedades, como la diabetes, aparecen sólo cuando ellos sufren un cambio de vida, costumbre o se salen de manera permanente de su dieta, su medio y sus hábitos.

Algo similar sucede con la gente que proviene de africanos, "una proporción importante tiende a sufrir de hipertensión, pareciera que en sus condiciones de vida naturales (alimentación, clima, ritmo de vida), es decir, el ambiente al que su genética está adaptada, sus límites de tensión arterial se encuentran dentro de una gama más o menos normal. Al trasladarlos a otro ambiente el ritmo de vida se transforma y se genera una alteración que da como resultado altos niveles en la presión arterial," relató la antropóloga.

De los europeos también se heredan patologías, Castro se refirió a la fibrosis quística, las esclerosis y otros. Bajo ese panorama muchos se preguntarán cuanto de "arroz" y cuánto de "mango" tenemos. Al parecer y hasta históricamente eso está relacionado con la parte del país de donde provenga usted o su familia.

En líneas generales, según dice la entrevistada, más del cincuenta por ciento del aporte genético de nuestra gente tiene un origen europeo, pero la frecuencia cambia de acuerdo a la región; por ejemplo, en los Altos Mirandinos el mestizaje de sus habitantes en porcentaje se expresa de la siguiente forma: un ochenta por ciento de europeo y el restante contiene indígena y/o africano.

Castro recuerda que nuestro pueblo constantemente ha estado en contacto con europeos, desde la época de la colonia, además, en la década de los cincuenta, se dieron importantes migraciones desde aquel continente azotado por la guerra. Entre las poblaciones estudiadas destaca a San Antonio de Los Altos, San Diego y Hoyo de la Cumbre, en el Ávila. La doctora afirma que por aislamiento geográfico se dieron muchos cruces entre consanguíneos en estas localidades y que ello permitió que esos genes europeos permanecieran en estos lugares.

Por otro lado, también trabajó con los descendientes de africanos en los pueblos de nuestras costas, como: La Sabana, Patanemo, Birongo, Panaquire, Ganga entre otros. En estos casos ella afirma que estas poblaciones, al igual que las mencionadas anteriormente, sufrieron importantes niveles de aislamiento, mucho de ello por razones geográficas y en algunos casos por cuestiones culturales. Así que muchos de nuestros costeros se cruzaron entre ellos y mantienen su apariencia de negros, pero es importante destacar que cerca del cuarenta y tres por ciento del aporte genético o biológico proviene de los españoles y/o indígenas; Castro aclara que este mestizaje es mucho mayor que el de los negros del caribe o los norteamericanos.

¿Los cruces consanguíneos deterioran la información genética?

  
Al parecer no es verdad la afirmación: "si te casas con tu primo, tendrás hijos con problemas." Muchas religiones hablan de lo negativo que puede ser tener progenie de un familiar cercano. Hay muchas historias, incluso en nuestros pueblos, que tratan sobre "tarados" o personas que arrastran problemas físicos o mentales por un cruce dentro de la misma familia. Al respecto la doctora dijo: " Los cruces consanguíneos y los altos niveles de consanguinidad no necesariamente deterioran la información genética como dicen muchos".

Según Castro hay factores influyentes, "si en una familia existe una alteración de un gen que causa una patología y esa información se trasmite de padres a hijos, la probabilidad de que se vea afectada una persona resultado de un cruce de la misma familia es alta. " En algunos casos, comentó la especialista, es posible que la enfermedad no se haya presentado antes, pero frente a la unión de dos familiares que poseían los mismos genes raros, se hace presente el defecto en los hijos.

La científica aseguró que en las poblaciones estudiadas, como San Antonio de Los Altos y Birongo, la consanguinidad es alta y la proporción de personas sanas o normales, producto de uniones consanguíneas, no difiere de la de los descendientes de parejas no emparentadas. En el IVIC se hacen estudios de consanguinidad y se ofrecen consultas genéticas para la detección de enfermedades hereditarias y hasta para probar la paternidad o grado de filiación.

" No hay razas puras, ni mejores o superiores "

Es un decir popular venezolano que es mejor casarse con una persona de un fenotipo diferente al de uno para que "la raza mejore", pero según la investigadora, es probable que esas creencias deriven del "vigor híbrido", teoría que sostiene que cuando hay mayor variedad de genes, el organismo está más preparado para soportar cambios bruscos, de ahí el interés de algunos investigadores de alterar animales y plantas para hacerlas más resistentes a los cambios. "Eso es más complejo al hablar de poblaciones humanas," dijo la experta.

"No se puede hablar de superioridad o inferioridad," refutó Castro y aseveró que "al hablar de poblaciones humanas, es posible que existan muchas con poca variedad de genes y que por eso no estén preparadas ante un cambio de condiciones ambientales, pero indiscutiblemente el hombre es el resultado de un proceso de adaptación y evolución."

Para dar un ejemplo la científica relató: "los africanos no tienen la piel oscura por simple azar, eso fue el resultado de un proceso de adaptación a las condiciones de vida, el sol y las exigencias del ambiente, que ocasionaron una ajuste en la piel y en el cabello de estos humanos para que fuesen adecuados a las desavenencias del ambiente. Por su parte, los nórdicos se vieron en la obligación de maximizar su captación solar y desarrollaron una piel más clara, porque no tienen una entrada de sol frecuente. Son miles de años que tardaron ambos para poder adaptarse a las condiciones del ambiente."

La doctora no negó que existan ciertas combinaciones de genes favorables o desfavorables, pues dependiendo de como se combinen pueden generar susceptibilidad o resistencia a ciertos tipos de enfermedades.

"Al hablar de mestizaje se debe discutir también sobre la adaptación cultural al medio ambiente. Eso es lo que hay que tomar en cuenta, no solamente el color de la piel o cualquier otra variable de manera aislada. Hoy, gracias a la ciencia, el hombre conoce mecanismos y puede prevenir, mediatizar y domesticar los ambientes a su favor".

Las ventajas del mestizaje son muchas, entre ellas destacan los tipos físicos atractivos o diferentes a los comunes, en algunos casos las buenas combinaciones de genes pueden ayudar a la mejor adaptación a los cambios. También deben tomarse en cuenta los aspectos culturales y su enriquecimiento. Desde luego, no puede dejar de nombrarse como resultados positivos del mestizaje a nuestra cocina, nuestras costumbres y la belleza de mujeres y hombres. 

Somos todos venezolanos y nuestra característica descollante según el nuevo último Atlas Práctico de Venezuela es el mestizaje.


(Source: ivic.gob.ve)
votar

No hay comentarios.:

Publicar un comentario