viernes, 2 de octubre de 2015

El cristianismo, responsable del mestizaje



En The West’s Darkest Hour he estado subiendo durísimas entradas sobre el nefando papel que han jugado tanto el judaísmo como el cristianismo en la hora más oscura de Occidente (véaseésta por ejemplo). Esa es una razón por la que este blog ya no enlaza a blogs de cristianos que se enfocan en el Islam y en el movimiento antimoro: la paja en el ojo ajeno comparado con la viga en el propio.
Aún así, mantengo una estrecha amistad con católicos y protestantes siempre y cuando sean, ante todo, nacionalistas blancos.
Discutiendo con Pat en la blogósfera anglosajona, uno de estos camaradas, hoy en la madrugada le señalé lo siguiente:
¿Ves lo mestizo que se encuentra Méjico, con la sangre india sobrepasando con mucho a la europea? A que ni sabes: el desmán inició mucho antes de que los judíos y los ateos se apoderaran de la cultura. El perpetrador de esa situación fue… ¡un Papa!
Justo después de la conquista de México-Tenochtitlan, el Papa Paulo III, con su Bula de 1537, reconoció la personalidad de los indígenas y los declaró aptos para recibir los sacramentos, incluyendo el derecho a casarse con los castellanos. Las implicaciones de esa disposición papal fueron enormes, ya que se legitimó el mestizaje entre las amerindias y los varones de raza blanca.
En el mejor de los libros jamás escrito sobre la historia de Méjico, el católico José Vasconcelos escribió: “Y con ello se evitó que en el mundo español [Vasconcelos se refiere a Latinoamérica] se produjese un sistema de separación de castas, como el que aún tiene divididos a los anglosajones en el norte” (Breve Historia de México, Ediciones Botas, 1944, pág. 205).
Mi católico amigo confesó que, aunque poco sabía de la historia de esta parte de Norteamérica, dudaba que la injerencia de la iglesia hubiera sido forzada. Respondí:
Nueva España fue una suerte de paraíso religioso para la Iglesia Católica: el triunfo del la Contrarreforma en la mayoría del continente americano si quieres verlo de esa manera (recuerda que Nueva España cubría muchos estados sureños que actualmente pertenecen a los Estados Unidos). De hecho, gracias a nuestra Inquisición, por trescientos años (1521-1821), antes del movimiento de la Independencia, Nueva España fue Judenfrei (región libre de judíos): lo que significa que no podemos culpar a los hebreos por el increíble mestizaje que tuvo lugar a lo largo del continente durante ese período.
Aclaro que hice ese comentario en un hilo de discusión sobre un autor judío, hilo donde se tocó el tema del papel que han jugado los judíos en la degradación de la cultura occidental.



(Source: nacionalismocriollo.wordpress.com)
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