jueves, 20 de febrero de 2020

Piel clara es igual a más escolaridad



En muchos países de América Latina impera la pigmentocracia. Colombia no es excepción.
 “La mayor parte de los países de América Latina y el Caribe puede ser caracterizada, con seguridad, como pigmentocracia: las personas más educadas tienden a tener el color de la piel más claro, mientras que aquellos con menor nivel educativo tienden a tenerlo más oscuro”. Así lo concluye una investigación del Barómetro de las Américas y el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (Lapop), de la Universidad de Vanderbilt, centrada en la pregunta de si el logro educativo, un indicador clave de estatus socioeconómico, está relacionado con el color de la piel en la región.

 Según el estudio, estas diferencias son estadísticamente significativas en la mayoría de casos y, de acuerdo con las encuestas planteadas a partir del hecho de ser países multirraciales, la relación negativa entre el color y el logro académico es independiente del origen de clase y de otras variables conocidas por afectar el estatus socioeconómico. “Así, encontramos que el color de la piel, una medida central de la raza, es una fuente importante de estratificación social en todas las Américas hoy en día”, advierte el Barómetro. Precisamente, una de las conclusiones de la investigación es que la raza ha sido sorprendentemente ignorada por muchos destacados científicos sociales en la región, quienes han privilegiado explicaciones basadas en la clase social: “No es que la clase no sea importante. 


Raza y clase operan juntas para dar forma a la estratificación en las Américas”, dice el informe, agregando que esa tendencia ha cambiado a partir de que la mayoría de censos en América Latina, por ejemplo, preguntan ahora si el entrevistado se identifica a sí mismo como indígena o negro (afrodescendiente). Y destaca cómo un puñado de países, como Brasil y Colombia, han ido más lejos al instituir programas de “acción afirmativa” basados en la raza. “Estos cambios se han dado en gran medida como respuesta a los crecientes movimientos sociales negros e indígenas en toda la región”. 

 De hecho, desde 1944, el antropólogo chileno Alejandro Lipschultz había acuñado la idea de América Latina como una “pigmentocracia”, donde las jerarquías sociales de la región están basadas en la etnia y el color de piel. El análisis sugiere que dicho concepto ha sido en gran parte ignorado, hasta hace poco, cuando la investigación ha empezado a documentar desigualdades raciales basadas en los nuevos datos censales acerca de la identificación racial. 

En Colombia, hace algunos años, Héctor Abad definió en una de sus columnas la pigmentocracia como el hecho “de que el color de la piel de los gobernantes no es el mismo que el de la mayoría de la población, sino, paradójicamente, el de una élite minoritaria”. Y advirtió que la creencia general, falsa por cierto, era que aquí no había ningún problema étnico y nadie era discriminado por el color de la piel. Hoy, con leyes como la que penaliza hasta con cárcel la discriminación de todo tipo, se trata de cambiar esa realidad, aunque las zonas con mayoría de población indígena y afrodescendiente —como Chocó y Cauca— siguen siendo las más pobres y atrasadas, no sólo en educación sino también en infraestructura y atención social. 

 Personas de piel clara tienen más estudios y mejores trabajos: INEGI

“De las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más clara, solo 10% no cuenta con algún nivel de escolaridad, mientras que la cifra se eleva a 20.2% para las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más oscuras”, explica el INEGI, en un comunicado.

Las personas de piel más clara alcanzan un nivel más alto de estudios y los mejores trabajos, de acuerdo con los resultados del Módulo de Movilidad Social Intergeneracional (MMSI), que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En el MMSI se aplicó una escala cromática, utilizada en el Proyecto sobre Etnicidad y Raza en América Latina (PERLA, por sus siglas en inglés), que clasifica la piel en 11 tonalidades con el propósito de que el propio entrevistado(a) identificara su color.
“De las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más clara, solo 10% no cuenta con algún nivel de escolaridad, mientras que la cifra se eleva a 20.2% para las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más oscuras”, explica el INEGI, en un comunicado.
Así, las personas que se autoclasificaron en las tonalidades de piel más obscura, el rezago educativo es mayor, ya que 28.8% cuenta con primaria incompleta y 23% con primaria completa, mientras que las personas con en tonalidades de piel más clara tienen porcentajes más altos en los niveles media superior y superior (29.3 a 44.4%).
“Conforme el tono de piel autodeclarado se vuelve más claro, se observan mayores niveles de escolaridad, en estos tres niveles de la escala, 48.1% cuenta con un nivel medio superior y 79.2 alcanza un nivel superior, por el contrario, cuando las tonalidades de piel se vuelven más oscuras se presentan menores niveles de escolaridad; de las tres tonalidades más oscuras de la escala, 33.9% cuenta con nivel medio superior y solo 25% tiene un nivel superior”, apuntó el INEGI.
El estudio también indica que “mientras más oscuro es el color de piel, los porcentajes de personas ocupadas en actividades de mayor calificación se reducen. Cuando los tonos de piel se vuelven más claros, los porcentajes de ocupados en actividades de media y alta calificación se incrementan”.
Además, el INEGI señala que “para las tonalidades de piel más oscura se percibe en menor proporción (48.6%) una mejora en su situación socioeconómica, en comparación con la tonalidad de piel más clara (52.2%)”.
El Módulo de Movilidad Social Intergeneracional considera las características sociodemográficas de la población de 25 a 64 años de edad, sus niveles educativos y ocupacionales, a partir de su situación socioeconómica de origen, es decir, cuando tenían 14 años de edad.
En este estudio del INEGI destaca que se considera el autoconocimiento del color de la piel.
Cabe explicar que el total de la población estimada de 25 a 64 años en el Módulo de Movilidad Social Intergeneracional fue de 61 millones 827 mil 469, personas, que corresponden a 32 millones 550 mil 407 mujeres y a 29 millones 277 mil 062 hombres.





(Source:  vanderbilt.edu, elespectador.com, periodicocentral.mx) votar

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