domingo, 22 de agosto de 2021

EUGENESIA DE LA HISPANIDAD Y REGENERACIÓN DE LA RAZA

 


Palabras preliminares

Escribimos la presente monografía abrumados por un medio ambiente que justificaba el descorazonamiento y desesperanza reflejados en el prólogo. Al abandonar nuestro hogar, el 18 de julio, para incorporarnos al glorioso Movimiento Nacional, yacían en la mesa de trabajo las galeradas que hoy recuperamos, gracias a la diligencia del editor. Experimentamos idéntica alegría que el padre que encuentra al hijo perdido durante unos meses y apresúrase a mostrarlo a los amigos, aunque sea raquítico y deforme, por parecerle hermoso y dotado de altas cualidades estéticas.

Ha cambiado el panorama nacional y renacen potentes las virtudes de la raza, después de verterse a torrentes sangre juvenil en los campos de batalla. Millares de vidas en flor se ofrendaron en holocausto del ideal patriótico. La que parecía juventud frívola y aletargada ha sorprendido al mundo con sus gestos epopéyicos.

Ni se han agotado los manantiales de energía y de vitalidad de la raza, ni tampoco su virilidad; pero el límpido y generoso caudal necesita canalizarse, para que no se pierda en las ruidereñas lagunas de la intriga y del arrivismo.

Creará la guerra la estirpe de caballeros de que está necesitada la Nueva España, y se revalorizarán las ejecutorias de hidalguía espiritual.

Signos distintivos de los bandos en lucha serán, aristocracia en el pensamiento y sentimiento de los caballeros de la Hispanidad; plebeyez moral en los peones del marxismo.

Tiene en sus manos la juventud española la regeneración de España, a costa de renunciamientos y sacrificios. Son los jóvenes quienes deben dar un ejemplo que no puede esperarse de una masa social contaminada por los virus democrático y marxista. Todavía flotan en el ambiente las inmorales corruptelas que carcomieron la sociedad española liberaloide y nos llevaron al alzamiento militar contra el abyecto Gobierno que la representaba. Vivirá alerta la juventud contra los corruptores sociales infiltrados en nuestras filas para restarle espacio vital, para pervertirla nuevamente.

Lástima sería que la generosa sangre vertida en el altar de la Patria no fecundase el venero de virtudes raciales y que en el terreno tan costosamente regado brotasen la maleza y la cizaña. A fin de evitarlo, deben reunirse los jóvenes, formando grupos de selectos, precisamente de caballeros de la Hispanidad, tan admirados y admirables en la guerra como en la paz. No se entregue la juventud hispana a sus seculares enemigos, e incube en sus espíritus la idea de ser selectos, mediante el sacrificio de toda tendencia egoísta y sensual.

El Autor, Burgos, 22 marzo 1937.

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‘LA RAZA ENTRA POR LA BOCA’: ENERGÍA, ALIMENTACIÓN Y EUGENESIA EN COLOMBIA, 1890-1940


Stefan Pohl-Valero
Universidad del Rosario

El hombre mismo cuando trabaja constituye un verdadero motor; porque, en efecto, transforma en trabajo la energía calorífica contenida en los alimentos y todos reconocen la analogía entre el hombre considerado como motor y el motor térmico.


RESUMEN
A principios del siglo XX se empezó a estructurar en Colombia un campo de investigación sobre el trabajo y la fisiología de la alimentación que giró en torno a la analogía del cuerpo humano como una máquina térmica transformadora de energía. A partir de la unidad energética de las calorías, los alimentos se tradujeron en la cantidad de combustible que necesitaba consumir el cuerpo-máquina para su óptimo desempeño de acuerdo al trabajo realizado y las condiciones ambientales. El objetivo de este artículo consiste en destacar el papel que jugó esta concepción energética del cuerpo en la forma como se configuraron una serie de campañas educativas y de higiene pública llevadas a cabo en Colombia entre 1890 y 1940. Se argumenta que estas acciones de ingeniería social destinadas a lograr la “regeneración fisiológica” de la población formaron parte del movimiento eugenésico local, toda vez que el ideal de producir cuerpos eficientes para el trabajo fue concebido, a la vez, como una característica que se podía heredar y así mejorar a las futuras generaciones de trabajadores. Con esto se destaca un aspecto inexplorado en el significado histórico y local de “lo biológico” y su relación en la forma como se entendieron los problemas sociales de esa época. Al historizar al mismo tiempo “lo social” y “lo biológico” se propone una vía de investigación alternativa a la habitual distinción entre lo natural y lo cultural presente en parte de la historiografía sobre la eugenesia y la raza.

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miércoles, 4 de agosto de 2021

Distopías de la Utopía. El mito del multiculturalismo

 


Desde Zola, el género del intelectual disconforme debería ser el alegato, antes que el ensayo o la novela. Así lo entendía, por ejemplo, Julien Benda en 1927, cuando publicó La traición de los intelectuales. Y el tan equivocado como apasionado Paul Nizan de Aden Arabia. Y, hoy, María Teresa González Cortés, autora de Distopías de la Utopía. El mito del multiculturalismo.

El texto de González Cortés es uno de los mejores alegatos que yo conozca contra esta peste de nuestro tiempo, la ideología del apaciguamiento y del falso igualitarismo, que no dirige el foco a los individuos, los únicos con posibilidad real de ser iguales –ante la ley y sólo ante la ley–, sino a las comunidades culturales. La doctrina multicultural se resume en la espantosa, manida y mentirosa frase "Todas las culturas son iguales". Y Teresa González Cortés, con atrevimiento y solidísimos argumentos, dice que no, que no es así, que no todas las culturas son iguales; toma como objeto de comparación la situación de las mujeres, los niños, los desplazados, en cada una de ellas y emprende su "dogmatomaquia (u oposición a posturas dogmáticas)", como ella misma denomina a su arriesgada empresa.     

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