viernes, 20 de febrero de 2015

The Face of Tomorrow / El rostro de mañana

The Face of Tomorrow is a new series of works by Istanbul based photographer Mike Mike. It deals with notions of race, place, identity and belonging on both an extremely local level as well as on an impossibly ambitious, almost Borgesian, global scale. The project is an exploration of human identity as affected by the forces of globalization and makes full use of all the tools of the modern economy – distributed work across several time zones, outsourcing to take advantages of cost disparities, an open source model that allows input from contributors, and of course the internet itself as a medium of display and exchange. Mike travels the world photographing in each city the first one hundred people he can convince to take part in his project. He then combines the faces to create one new male and female individual, which for him is a distilled representation of that place at a future moment in time. On a personal level it is one artist’s search for identity and belonging and the relationship of self to the larger world. On a deeper level it as an exploration of the systems behind globalization and how these systems might influence the future make-up of each individual locus. Having grown up in apartheid-era South Africa, educated on four continents and currently living in Istanbul, itself a “schizophrenic city” sited on two continents looking east and west as well as north and south, it is understandable that these issues arising from globalization would form the central thesis of his work. The project has now taken on a life of its own, like a computer code or virus, and at present there are people in Colombia, Japan, Germany and Holland working on the project independently of Mike.
Mike’s journey of discovery began a few years ago, on a trip to London. “Sitting on the underground train, I was intrigued by the sheer diversity of the place – Somalis, Indians, Americans, Zimbabweans, Scandinavians and a hundred other nationalities vying for their place in the metropolis. I thought “what is this place, what is a Londoner?” A few weeks later I was in Istanbul and looking at the relative uniformity of the population I realized I was looking at the future of London. A thousand years ago Istanbul was the capital of the remnants of the Roman Empire – home to an astonishing variety of peoples from Greece, Rome, central Asia, Arabia and the Russia. Yet now this diversity had coalesced around a mean – almost everyone dark haired, brown-eyed and olive-skinned. And I thought if one could merge all the people in a place like London one would be looking at the future of that place – one would have some notion of what a Londoner is or will become.”


Taking as his reference point the early work of Francis Galton and more recent works by Gerhard Lang and Nancy Burson, which explore issues of identity through a layering photographic technique, Mike has established a systematic almost census-like approach to this theme. Asking the question “What does a New Yorker, a Londoner, a Parisian look like?” he attempts to find an answer by photographing one hundred people he stops at random on the street and then combining those faces to create a new individual – someone that doesn’t exist right now but someone it seems quite real – almost familiar.
The Face of Tomorrow is intensely site-specific as we meet individuals from different locales around the globe and it is also extremely broad in its scope as it attempts to distil these individuals into one face that somehow captures the “look” of a city or place. “The process of merging the faces and coming up with someone new is really exciting. Archetypal creative stuff. You end up with a new person. Someone who didn’t exist before. Someone who doesn’t exist now. But someone who is nonetheless quite real.” The work is thus at the same time a document of a place at a moment in time and also an extrapolation of that place towards some utopian future where all differences of race or individuality are forgotten. It is this juxtaposition between the real and the unreal, between the foreign and the familiar, between the ordinary and the extraordinary and between the photographic and the painterly that allows the work to resonate beyond its immediate spatial and temporal references. It allows connections to be made despite these limitations as we see that different places around the world can sometimes produce dramatically similar results. These disjunctions allow viewers to question their own notion of self and identity and to perhaps come away challenged on one level and appreciative of an underlying connectedness between all humanity on another.
El arte siempre busca darnos continuamente sorpresas y no es para mucho con sus iniciativas tanto únicas como entretenidas. La “Cara del Mañana” (Face of Tomorrow) es un caso extraordinario efectuado por el fotógrafo Mike Mike. El artista, oriundo de Sudáfrica, busca en este nuevo trabajo, indagar los efectos de la globalización y de las distintas posiciones escenográficas en las circunstancias humanas, exhibiendo un retrato con la apariencia media de las caras de personas de medio mundo.
Mike Mike nos confiesa la sucesión que procede para acrecentar su labor: “En cada ciudad hago 100 fotos de personas situadas en un lugar concreto. Después las divido entre hombres y mujeres y de estas fotos obtengo la cara por fotomontaje. No estoy interesado en saber si una persona nació en aquel lugar, si es ciudadana o simplemente un turista. Todo el mundo que está en ese lugar representa la futura cara potencial de ese lugar”.
Desde la capital de Argentina hasta la capital de China, el artista ha capturado con su cámara fotográfica a los habitantes de dieciséis ciudades de todo el mundo. Y aún resta sumar unas cinco ciudades más en su proyecto.
Un fotógrafo recorre el mundo captando rostros aleatoriamente con el objetivo de crear la cara que tendremos en el futuro
¿Cómo serán los rasgos faciales de las personas en el futuro? El proyecto fotográfico Face of Tomorrow (La cara del mañana) intenta dar respuesta a esta pregunta.
El fotógrafo sudafricano Mike ha visitado distintas ciudades del mundo y tomado fotografías de 100 personas de cada lugar, para unirlas en un programa informático y sacar perfiles con la suma de todas las imágenes.
El fotógrafo estima que Estambul, en Turquía, es la ciudad en la que se encuentra la cara del futuro, en el presente. “Está en la encrucijada entre Europa y Asia, entre el Mediterráneo y el Mar Negro. En un proceso de movilización de la población desarrollado durante los últimos mil años. Con oleadas de personas de Asia Central, Arabia, Grecia y Roma”, considera el fotógrafo y arquitecto, residente en Estambul, y de familia australiana.

“Método de trabajo”

La idea de este proyecto surgió en Londres, donde en un vagón de metro puede haber personas de más de diez nacionalidades distintas. Ahí, Mike Mike se preguntó: ¿dónde está el londinense, cómo es? Y cuenta que se fue a la galería de arte Tate Modern a sacar una muestra representativa.

El método es el siguiente: Mike Mike se establece en algún punto de la ciudad con su cámara. Y durante dos horas le pregunta a cualquier persona si quiere posar para el proyecto y le toma fotografías. “Da igual que resida ahí o no, que sea turista o no, cualquier persona puede ser un miembro potencial para cambiar el rostro de la ciudad”, dice.
Posteriormente, los parámetros faciales los estudian en un programa informático guiado por puntos y coordenadas. “Señalo donde están las comisuras de los labios, los lagrimales… después los pongo juntos y así salen los modelos”, explica.
De 16 fotos que toma en primera instancia, saca ocho, después dos, y finalmente una. “El factor común en todos los análisis es que el resultado final siempre es bello, así que la cara del futuro, será bonita”, comenta Mike Mike.

“Un futuro incierto”

Él crea modelos por regiones o zonas. “Y aunque hay algunas personas que se empeñan en crear fronteras, los seres humanos siempre encuentran el camino”. “Aunque el ritmo del cambio es lento, incluso con la globalización empujando a la gente a estar junta”, cree.
“De todas formas, es difícil de prever cómo serán los rasgos del futuro”, añade. “El mundo se va a volver cada vez más loco. Podremos elegir el color de los ojos, de la piel y del pelo de nuestros hijos. Igual todo el mundo se quiere parecer a Brad Pitt”, comenta.
Honorio Velasco, catedrático de Antropología Social de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, disecciona por partes el proyecto: “La unificación es más propensa a ocurrir en los centros metropolitanos de poblaciones móviles. Que fundamentalmente son la occidental, y la asiática”.
“Y también influye el factor cultural. Las personas siguen modelos estéticos, como los de la publicidad o los considerados de éxito, y eso genera imitación. El físico se ve condicionado por la alimentación, el ejercicio y las operaciones estéticas”, añade.
“También hay que considerar el grado en que se puedan determinar los rasgos físicos de la persona a la carta. Aunque actualmente es difícil”, prevé Velasco.
Y concluye explicando que “la cuestión es que el porcentaje de acceso de la población mundial a esos modelos es muy pequeño, en comparación con los siete mil millones de personas que somos. Por esto es probable que se mantenga alta la variedad”.
Uno de sus proyectos fue ir a la isla de Chipre, que está divida entre la República Turca y Grecia, y vigilada por una línea verde militarizada por Naciones Unidas.
“Las relaciones entre las dos partes de la isla no son muy buenas, y fui para allá el día de las elecciones, tomé fotos el mismo día de gente de las dos partes”, explica. “Tras hacer el estudio, el resultado fue que los dos perfiles eran idénticos”.
Y para alcanzar todos los lugares del mundo y tener resultados globales, Mike Mike está gestionando un nuevo proyecto. Hasta el momento tiene en su equipo cerca de 10 voluntarios haciendo fotos. “Pero el nuevo proyecto está planteado para que sea más abierto, que todo el mundo pueda colaborar y subir su foto. Incluso se puede añadir un GPS, y también que el programa sea más automático”.
“Aunque esto tendremos que hacerlo con cuidado. Hay personas que pueden verle un tinte racista. Y no es esto lo que buscamos, sino todo lo contrario. Sólo espero que este proyecto ofrezca esperanza, tolerancia y la idea de que el futuro de la humanidad es bello”, concluye.

(Source: agonistica.com/the-face-of-tomorrow, faceoftomorrow.org)
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