viernes, 19 de junio de 2015

El tráfico de esclavos a manos judías SILENCIADO

El período de esclavitud más importante de la historia comienza en el siglo XVI y floreció hasta mediados de siglo XX. El aspecto más escandaloso y sanguinario de este período fue el comercio transatlántico de esclavos a menudo llamado el“Paso Medio”. Los estudios académicos sobre la pérdida de vidas durante el transporte de esclavos a América indican que entre 7 y 10 millones de africanos sufrieron una crueldad inenarrable y perecieron en el “Paso Medio”.

El sufrimiento humano y la muerte derivados del tráfico de esclavos africanos es la piedra angular del sentimiento de culpa de los blancos, tanto en América como alrededor del mundo y ha sido incansablemente fomentado tanto por las instituciones académicas como por los medios de comunicación. La película “Amistad” de Steven Spielberg es el arquetipo cinematográfico de películas sobre el comercio de esclavos y otro film que trata este tema es “Amazin Grace”; en ambas películas se muestra un cuidadoso retrato del comercio de esclavos como un negocio del cristianismo europeo y americano, describe un pésimo retrato de los líderes americanos, la reina de España y notoriamente de los comerciantes de esclavos cristianos.

Sin embargo en 1992, antes de “Amistad”, la “Nación del Islam” causó una tremenda controversia cuando publicó el libro “La Secreta relación entre Negros y Judíos”Citando a prominentes historiadores judíos que afirmaban que el comercio de esclavos africanos y la esclavitud en Occidente durante los 2000 años estaba dominado en realidad por la comunidad judía.



A pesar de que Spielberg retrató en “Amistad” el comercio de esclavos como un asunto exclusivamente cristiano sin la mención de un solo judío, aquí están algunas palabras de la historia más importante de los judíos de la América temprana llamada “New World Jewry (Nuevo Mundo Judío) en 1493 a 1825, escritas por Liebman de la Sociedad de Historia Judeoamericana. Escribió sobre aquellos que poseían y tripulaban barcos, los autores de esta crueldad en masa y asesinatos. Por otro lado, el investigador del comercio de esclavos llamado Walter White, escribió un breve folleto titulado¿Quién trajo los esclavos a América? y relata hechos similares.

Muchas historias avaladas por la Sociedad Histórica Judía eran relatos escritos por judíos para los judíos, a continuación colocaré algunas de las citas directas de los principales historiadores judíos escribiendo sobre el comercio de esclavos



El prominente historiador judío Marc Raphael en su libro “Judíos y judaísmo en los Estados Unidos: “una historia documental” escribió: “Los mercaderes judíos jugaron un papel enorme en el comercio de esclavos. En realidad, en todas las colonias americanas tanto francesas, británicas u holandesas, los mercaderes judíos frecuentemente eran quiénes dominaban.”


Esto no es menos importante que en América, donde durante el S. XVIII los judíos participaron en el “comercio triangular” que trajo esclavos de África a las Indias Occidentales y una vez allí, eran cambiados por melaza, que a su vez era llevada a nueva Inglaterra y convertido en ron para vender en África. Isaac da Costan de Charlestone en 1750 , David Franksde Filadelfia en 1960 y Aarón López de Newport a principios de 1770 fueron los que dominaron el comercio judío de esclavos en el continente americano. Los historiadores registran viejos documentos judíos mostrando cómo el comercio de esclavos les pertenecía casi en su totalidad y que las subastas de esclavos a través de toda América tenían que cerrar durante las fiestas judías.

Brasil recibió muchos más esclavos africanos que Norteamérica. Wizniter, uno de los directores de la Sociedad Histórica Judía, en su libro “Judíos en la Brasil colonial” en las páginas 72 y 73 escribió: “los compradores que aparecían en las subastas eran casi siempre judíos y por falta de competidores podían comprar esclavos a bajos precios”. 
Asimismo, en la Historia judía del Nuevo Mundo se menciona que muchos siglos antes del comercio de esclavos transatlántico, los judíos dominaron el tráfico de esclavos en el mundo occidental durante al menos 2000 años, incluso tan atrás como en la época romana. En la enciclopedia judía de Funk y Wagnall en el décimo volumen dice: “El tráfico de esclavos constituía el mayor medio de vida para los judíos de Roma”

La realidad es que casi el 40% de todos los judíos propietarios de viviendas en los Estados Unidos poseían uno o más esclavos mientras que menos del 5% de la población blanca tenía esclavos y menos el 2% de los blancos tenían esclavos en toda América antes de la Guerra Civil.

Luego de todo este análisis con fundamento histórico la pregunta es: ¿Por qué hay una culpa colectiva atribuida a los blancos y sin embargo ninguna culpa colectiva para los judíos? 

La Liga Antidifamación (ADL) luego de advertir que salía a la luz el papel predominante de los judíos en el comercio de esclavos en América, intentó evitar que esta verdad histórica llegara fácilmente a la población. Líderes judíos como Sol Rosen, Harry Bass y Peter Minchuck elevaron un requerimiento en el tribunal de súplica en Filadelfia, Estados Unidos, pidiendo al juez cancelar el programa “Black Perspectives” (Perspectivas Negras) donde se hablaba sobre este asunto. El juez Stanley Greenberg ordenó que el programa no se hiciera público a menos que él lo aprobara.



Cuando toda esta información delata a los culpables de tal horrorosos actos dicen que estos comentarios son antisemitas y se ponen como víctimas, mientras los blancos están inmersos en una culpa colectiva por la esclavitud negra,los medios controlados por judíos no reparten ni una sola gota de culpabilidad colectiva judía por el vergonzoso comercio de esclavos a través del Atlántico que constituyó un verdadero Holocausto que superó las más abundantes estimaciones de vidas judías perdidas en la Segunda Guerra Mundial.

Es verdad que muchos blancos, al igual que negros africanos se dedicaron al comercio de esclavos. Es una marca en la historia de ambos pueblos. Pero igualmente es cierto que lo fue en una porción mínima y además los europeos mismos terminaron no sólo la esclavitud y el comercio de esclavos de negros por blancos y judíos, sino también la mayoría de la esclavitud existente entre negros africanos. Los británicos y americanos gentiles que, con coraje y sin egoísmo, lucharon por terminar el comercio de esclavos, tuvieron que ir contra el poder financiero y la influencia política judía que luchó con uñas y dientes para preservar su vil empresa de sufrimiento de la carne humana. 

Fuentes:

New World Jewry (Nuevo Mundo Judío) de 1493-1825. Liebman
¿Quién trajo los esclavos a América?. Walter White
Judíos y judaísmo en los Estados Unidos: una historia documental. Marc Raphael
Supremacismo judío. David Duke
La historia de los judíos. Solomon Grayzel





Entrevista con Dieudonné, cómico negro francés, antisionista y antirracista:
"El 80% de los barcos negreros eran de dueños judíos"

Elías Davidson
Rebelión

Traducido para Rebelión por María Poumier

Hace poco, fuiste a presentar tu espectáculo “Mis excusas” a Martinica, una tierra negra donde te sientes en tu casa, y resulta que allí te asaltaron cuatro tipos que habían venido expresamente de Francia a romperte el alma. Te salvaste de milagro, fue en pleno día, en un parqueo, te habían estado siguiendo los pasos; inmediatamente se descubrió que los tipos (¡blancos, cosa que silenció la prensa, queriendo dar a entender que eran “cosas de negros”!) tenían pasaporte israelí, además de palos y armas de puño. En esta coyuntura, un polemista mediático conocido por su defensa de Israel, Alain Finkelkraut, se expresó con terrible desprecio contra los martiniqueses, sugiriendo que ya es tiempo que blancos y judíos formen un bloque contra moros y negros. En realidad, es cierto, hay gente preocupada porque se está desarrollando un movimiento por la reparación de los crímenes cometidos en el marco de la esclavitud. ¿Cómo te sitúas en relación con esta dinámica?
 El año pasado, la diputada de Guayana Mme Taubira hizo votar una ley que reconoce como crimen contra la humanidad la esclavitud negra. Lo normal es que esta ley dé lugar a aplicaciones. Después de mi viaje a Guadalupe y Martinica, en que mi vi tratado al mismo nivel que un esclavo de los siglos pasados, me siento cada vez más entrañablemente descendiente de esclavos... y de negreros, como los mestizos en general. Creo que la reparación debe hacerse por la integración de la historia de la esclavitud en los manuales escolares. Conozco a la gente que lucha por la aplicación de la nueva ley, pero no formo parte del llamado movimiento por las reparaciones. Mi aporte, que creo que será una “reparación” decisiva, es el proyecto que tengo de filmar una película sobre el tema del Código Negro. El guión lo hemos escrito entre tres: Claire Gothon, Luis Sala Molins (un profesor catalán que ha reeditado el Código negro francés de 1685 y el español que le siguió), y yo. Se trata de un filme histórico de acción, bien armado, para un público amplio, al estilo de lo que hizo Spike Lee con Malcom X. Da la casualidad que será la primera película francesa sobre el tema. Considero este proyecto como un trampolín para lanzar el debate. No se trata de una película dogmática ni partidista, sino que ofrece información histórica sobre el tema, en reacción al negacionismo que existe en la sociedad francesa sobre el mismo: aquí te dicen que no, que nada de eso existió, que la esclavitud no era nada especial en aquellos tiempos, etc. La gente que se aferra al proyecto sionista ha desarrollado en Francia una cultura de la unicidad del sufrimiento judío; de modo que la red habitual en los medios culturales no va a dar ninguna ayuda a la realización de la película. Date cuenta, antes siquiera de leer el guión, el ministerio de cultura me negó cualquier ayuda, diciendo que el tema daba para un documental, no para un largo metraje. ¡Se han financiado 150 películas sobre el Holocausto, aquí, no te miento, y no habrá un centavo para la primera película sobre la esclavitud! De modo que estamos lanzando una suscripción para financiar la producción, lo cual va a ser un motor.
Los medios franceses pusieron el grito en el cielo cuando evocaste, estando en Argel, cierta “pornografía memorial” en torno a las conmemoraciones del Holocausto judío....

En realidad, no hacía sino retomar una expresión utilizada por la historiadora israelí Edith Zertal, y he instrumentado una demanda judicial inmediata al sitio sionista procheorient-info, basado en Israel, que deformó mis palabras y armó el alboroto. Ya he ganado 17 juicios contra los sionistas, lo cual es un record, y ahora soy yo el que los ataca.

Yo diría que cada holocausto es único, pues cada víctima es única. Hay que evitar la jerarquización, existe una sacralidad en cada sufrimiento; lo mismo ocurre con la trata negrera, con el genocidio de los amerindios. Yo creo en la comunidad de los hombres de buena voluntad. Mi padre es negro, mi madre blanca, y no soy creyente. El sufrimiento le pertenece a la humanidad. Para mí, los que fueron deportados no eran judíos o negros, sino hombres.

Hay un lobby sionista poderoso en el financiamiento de las películas francesas, y el resultado es el derrumbe del cine francés; necesitamos cambiar la manera de hacer cine francés. La subvención del Comité Nacional Cinematográfico, en concepto de ayuda a la escritura, es imprescindible para estar dentro del circuito, aun si se trata de un monto pequeño. Cuando me la negaron, esto evidenciaba una voluntad de aminorar, de ocultar los hechos. El largo metraje es un vector mucho más eficiente que el documental, no se compara. Y la negativa del CNC fue frontal : es el tema, lo que rechazaron, no el contenido, que no conocían todavía.

Tras el triunfo de su espectáculo “Mis excusas”, al cabo de una gira que concluyó en un teatro de 5000 espectadores, en tu nuevo espectáculo titulado “1905” en recordación al centenario del estado laico en Francia, te sigues burlando de las amenazas sobre cualquier persona que se atreva a criticar a los judíos sionistas. El filósofo harto mediático Bernard Henri Levy te ha subido la parada, al escribir que te considera un auténtico “hijo de Le Pen”. Parecería que el cómico es ahora él, el pulcro dandy que da sus citas en el café Le Flore, como Sartre en sus buenos tiempos; todos conocen su inconfundible estampa, con su impoluta camisa blanca de cuello ancho y profundo escote, su negra melena de agitadas ondas, su aguileña nariz, y airado ceño. ¡Pues todos sabemos que fuiste candidato a elecciones hace algunos años contra el partido de le Pen, precisamente, y en defensa del antirracismo!
 
Bernard Henri-Levy es un activista sionista muy poderoso financieramente; tiene su red de influencia, es un sistema sionista de sefardíes el que maneja todos los anticipos y subvenciones para el cine francés . Se trata de un modo de funcionamiento mafioso. Los negros jamás han participado en un movimiento antisemita, es un razonamiento vulgar, el que un filósofo se identifique con algunos mercaderes judíos. La revista Le Nouvel Observateur ha publicado un artículo para defender la idea absurda de que no había judíos en el comercio negrero. Es imposible, las mismas fuentes judías lo reconocen, se trata de un revisionismo negrófobo. Tanto protestantes, como católicos y judíos participaban en el tráfico. El negro que va a los archivos a buscar información genealógica, en ciudades que fueron grandes puertos negreros como Burdeos o Nantes no tiene acceso a ella.

Actualmente, gracias a las iniciativas de abogados negros, los archivos privados relativos a la trata son objeto de preempción estatal; está en preparación una ley para que el Estado tenga el control total sobre los mismos, como sucede en el caso de los archivos nazis. Existe también la tendencia a decir que la trata árabe fue más importante que la trata atlántica, pero allí también los judíos tenían un lugar importante, y se trata de hechos conocidos. Los norteamericanos han publicado listas según las cuales el 80% de los barcos negreros eran de dueños judíos. Este tipo de verdades asusta, hay gente que no quiere oír hablar de eso, porque son hechos contrarios a la mitología de la persecución sistemática. El lobby sionista pretende tenernos castrados nuevamente. Por suerte, internet facilita un verdadero despertar, el sitio web www.lesogres.org ha hecho un buen trabajo, de ahora en adelante se trata de una verdad imposible de ocultar, una verdad que renace constantemente de sus cenizas. Por esto es que yo me identifico con el esclavo “bozal”, el que lleva una mordaza, porque soy un libre pensador.

¿Cuál es el papel ético del actor, del artista?
En el caso mío se trata de un arte específico, el humorismo; esta función siempre ha tenido su lugar, es el papel tradicional del “bufón del rey”, que está ahí para decir a los reyes ciertas verdades. Y le cortan la cabeza si se le ocurre reírse del propio rey; parece que es esto lo que me reprochan , ¿a no ser que yo mismo sea el rey en un mundo de bufones? Hace falta mover a risa, provocar reacciones fuertes, y esto supone un ejercicio mental atlético, no creas, es algo que te cansa; el objetivo es alumbrar, dar luz, abrir paso al diálogo. El humor tiene sus tradiciones, y necesita arrancar a partir de los puentes que existen, entre los distintos problemas que la gente observa.

¿Dirías tú que vivimos en una época totalitaria? Los medios parecen hablar con una misma voz; el humor puede servir para socavar el poder, y tal vez tenga un lugar decisivo en el futuro.
–Mira, el humor es un barómetro, indica la frontera de la libertad de expresión, te señala el punto donde estriba lo sagrado. Los políticos utilizan el humor como instrumento de propaganda, se pasan el tiempo buscando fórmulas impactantes, pues con la fórmula se da el jaque mate. Es un vector de comunicación muy fuerte, a retazos. Se trata de un universo chispeante, más tónico que el de las fábulas.

¿Ahora bien, qué te ha dado por expresarse sobre Israel, cuando todos sabemos que en Europa es un tema tabú?
Es que el proyecto político del sionismo siempre me ha suscitado preguntas; me parece que cada cual tiene lugar a un espacio para vivir, los pueblos igual que los individuos; ahora, la forma de conseguir este espacio es otra cosa. Para mí, el sionismo es como la expresión desnuda de la “ferocidad blanca” (título de un libro de Rosa Plumelle Uribe sobre la esclavitud en las Antillas francesas). Mira, la primera idea de Herzl, el fundador del sionismo, era establecer un Estado judío en Uganda ¿qué te parece? ¡Yo tengo familia en el país de al lado, en Camerún! Después cambió la onda, y pensó que mejor sería hacerlo en Madagascar. Y por fin es que el plan cuajó con Palestina. Para conseguir el derecho a tener bandera e himno propio, hace falta un proceso democrático, hace falta demostrar capacidad de integración en un territorio determinado. Para mí, el sionismo es algo que pertenece a la prehistoria, un estado neandertaliano de la inteligencia humana, una expresión de estupidez, algo que tiene que ver con el nivel de los instintos básicos de los mamíferos elementales. Yo no soy nacionalista para nada, las fronteras me caen mal. Además, el proyecto sionista usó como escudo la historia de la erranza judía tradicional. A mí me parece interesante, este tema del eterno exilio, al que estamos condenados todos; es una gran belleza del judaísmo esta temática reflexiva. Por eso mismo para mí el sionismo es una traición del judaísmo. Hay algo muy hermoso en la idea filosófica esta de seguir errando hasta que llegue un Mesías que sea capaz de unificar a la humanidad: es una utopía poética, algo muy alentador. En cambio, el proyecto sionista tiene cierta fealdad, es arrogante. Para mí, los rabinos antisionistas de Neturei Karta que estuvieron aquí, y dieron una conferencia en mi teatro de “La main d’or” (La mano de oro) son los poetas malditos de nuestro tiempo.



(Source: sionismoaldescubierto.blogspot.com)
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