lunes, 1 de junio de 2015

Para el 2043 los blancos dejarán de ser mayoría en Estados Unidos

El último censo y encuestas de la Associated Press reflejan un cambio histórico en una nación en la que los blancos no hispanos van a dejar de ser mayoría en la próxima generación, alrededor del 2043. (Foto Arte: Viva Colorado)

WASHINGTON - Bienvenidos a Estados Unidos, ese país donde alguna vez los blancos fueron la mayoría.
Una decadencia histórica en la cantidad de blancos combinada con el acelerado crecimiento de la población hispana está desvaneciendo cada vez la antigua división entre anglosajones y afroamericanos, poniendo a prueba leyes para proteger los derechos civiles y reformulando alianzas políticas ahora que los blancos dejan de ser mayoría.
El cambio demográfico, que se viene gestando desde hace tiempo, se hizo evidente en las elecciones pasadas cuando Barack Obama, el primer presidente afroamericano del país, fue reelegido a pesar de contar con un apoyo ínfimo entre los blancos.
Es un dato relevante en medio del debate en el Congreso de una reforma migratoria que podría despejar el camino para que unos 11 millones de extranjeros indocumentados, en su mayoría hispanos, puedan obtener la ciudadanía. La Corte Suprema, por otro lado, está decidiendo casos que podrían dar un nuevo significado a los conceptos de raza e igualdad.
El último censo y encuestas de la Associated Press reflejan un cambio histórico en una nación en la que los blancos no hispanos van a dejar de ser mayoría en la próxima generación, alrededor del 2043.

Primero Brasil, ahora EE.UU.
A pesar de ser una nación de inmigrantes, la mayoría blanca nunca estuvo en peligro en los 237 años de historia. Estados Unidos será la primera nación postindustrial en la que los blancos serán minoría. Brasil, un país en desarrollo, pasó hace rato por ese proceso y lo mismo podría ocurrir en cualquier momento en algunas ciudades de Francia e Inglaterra, si es que no sucedió ya.
La experiencia internacional y algunos eventos recientes en el país hacen pensar que se avecina un futuro incierto para las relaciones raciales.
En Brasil, donde se promueve el concepto de sociedad multirracial, la movilidad social sigue siendo una de las más bajas del mundo para los afrodescendientes y la riqueza sigue concentrada entre una pequeña elite mayormente blanca. En Francia, el censo no toma en cuenta la raza y la gente comparte una unidad gala, pero persisten altos niveles de discriminación racial.
"La experiencia estadounidense siempre ha sido una historia de colores. En el siglo XX se plasmó la división entre blancos y negros. En el XXI nos estamos moviendo hacia un momento no blanco", comenta Marcelo Suárez Orozco, experto en inmigración y decano de la Graduate School of Education & Information Studies de UCLA.

(Pew Research Center)
"Numéricamente, EE.UU. se está transformando. El asunto ahora es ver si nuestras instituciones también se están transformando", manifestó.
América Latina y Asia
El cambio se está alimentado por una ola moderna de gente de América Latina y Asia. Su flujo anual ha sido de 650 mil personas desde 1965 y la tasa ha ido en aumento, rebasando la de la última gran ola inmigratoria de hace un siglo. En esa ocasión, entre 1820 y 1920, llegaron irlandeses, alemanes, italianos y judíos de toda Europa, que convirtieron el puerto de entrada de Ellis Island, en Nueva York, en un monumento a la inmigración.
Otro factor relevante es el envejecimiento de la generación de los 'baby boomers', nacidos entre mediados de 1940 y 1960. A medida que se van jubilando surgirá la necesidad de inmigrantes para que realicen sus trabajos.

Distintas estadísticas revelan que ser blanco ya no es un requisito para ser considerado un verdadero estadounidense.
Desde el año pasado nacen más bebés entre las minorías que entre los blancos.

Más del 45% de los niños en edad de guardería infantil y hasta el 12do grado son de minorías. Según el censo, en cinco años la cantidad de niños no blancos superará el 50%.
En Washington, D.C., Hawai, California, Nuevo México y Texas las minorías representan más del 50% de la población. Hacia el 2020 se unirán ocho estados más: Arizona, Florida, Maryland, Georgia, Misisipí, Nevada, Nueva Jersey y Nueva York. 
En Nuevo México ya hay más hispanos que blancos y lo mismo sucederá en California a partir del año que viene.
Hacia el 2039, las minorías raciales y étnicas serán la mayoría de la población en edad de trabajar y ayudarán a mantener a una población de ancianos desproporcionadamente blanca a través del Seguro Social y otros beneficios. Más de una cuarta parte de la población de entre 18 y 64 años de edad será hispana.

La población blanca es hoy de 197,8 millones de personas y se calcula que alcanzará los 200 millones en el 2024, momento a partir del cual experimentará un abrupto declive.
El ritmo de asimilación de los hispanos y asiáticos de hoy es a menudo comparable con el de los polacos, irlandeses, italianos y judíos que llegaron a comienzos del siglo XX y que se asimilaron totalmente.

Menos presiones para asimilarse
La información disponible hoy indica que los hispanos se asimilan pero al mismo tiempo mantienen fuertes lazos con su cultura. Desean aprender inglés y uno de cada cuatro se casa con una blanca.
En la actualidad, los inmigrantes no soportan tantas presiones para asimilarse como en el pasado. Los hispanos están amparados por leyes de los años 50 para garantizar la igualdad de derechos de los afroamericanos.

Si bien una creciente diversidad es un paso hacia una sociedad postracial, algunos sociólogos advierten que la diversidad racial puede tranquilamente verse magnificada.
Una consulta de AP nunca hecha antes reveló en 2011 que una ligera mayoría de blancos expresaba prejuicios raciales hacia los hispanos y que sus actitudes eran similares si no más prejuiciosas que hacia los afroamericanos. Los hispanos viven relativamente segregados en barrios pobres, afectados por la desaparición de empleos bien pagados en fábricas, que exigen aptitudes intermedias, como las que ayudaron a los blancos a trepar a la clase media el siglo pasado.
Aproximadamente el 35% de los bebés hispanos son de familias pobres, comparado con el 41% de los negros y el 20% de los blancos.
Los cambios demográficos han generado debates en torno a si algunos programas como el de cuotas para las admisiones a las universidades deberían enfocarse más en el nivel de ingresos que en la raza o el origen étnico. La Corte Suprema se pronunciará sobre el tema a fines de junio de este año.

(Source: vivacolorado.com)
votar

No hay comentarios.:

Publicar un comentario